viernes, 24 de enero de 2020

Los intentos de renovación

En la última década del siglo XIX, el sistema de la Restauración había mostrado signos de debilidad, agravados por las derrotas coloniales de 1898. La crisis generada, debido al fracaso de las propuestas regeneracionistas, evidenció la necesidad que tenía el sistema de reformarse. 



El reformismo dinástico

Después de 1898, el Gobierno llevó a cabo algunas reformas para intentar regenerar el sistema.
Los partidos del turno dinástico pretendían aplicar un revisionismo, consistente en modernizar España sin alterar las bases fundamentales del sistema de la Restauración.

La inestabilidad de los partidos dinásticos del momento se vio intensificada tras la entronización de Alfonso XIII, debido a la aplicación del mismo en la toma de decisiones políticas.

Durante el periodo los gobiernos conservadores tuvieron grandes iniciativas reformistas, realizando proyectos para la descentralización del Estado, por su parte los gobiernos liberales también promovieron políticas reformistas, aunque la mayoría estaban limitadas al ámbito religioso, para limitar el papel de la Iglesia en la sociedad, y tuvieron que lidiar con el descontento presente dentro de las filas del ejercito.

La mayor parte de las reformas se dieron durante el gobierno de Antonio Maura que ejecutó el proyecto de reforma más importante de los conservadores, bajo el lema de <<La revolución desde arriba>>, este pasaba por reformar el sistema para poderlo mantener, mediante la regeneración de las instituciones y la incorporación  de las clases medias a la política, a pesar de estos cambios los liberales recobraron el poder en 1910, a través de una serie de protestas, entre las que se encontró la semana trágica, que acabaron con el gobierno de Maura.



https://www.youtube.com/watch?v=M4cvl0dDslU
La semana trágica. Barcelona (1909)






El fortalecimiento de la oposición

Las propuestas de renovación desde fuera del sistema provinieron de los regionalistas, los republicanos y el movimiento obrero.

Los regionalismos

Imagen de Sabino Arana
El movimiento regionalista con más incidencia a principios del sigo XX fue el catalanismo, el cual dominó la escena política catalana hasta 1923. La Lliga representaba a la burguesía y osciló entre la colaboración con el régimen monárquico en momentos de peligro social y las propuestas regeneracionistas, fundamentalmente la reivindicación de autonomía para Cataluña.

Se constituyó una gran coalición, Solidaritat Catalana, que agrupó todas las tendencias del catalanismo y consiguió un gran triunfo electoral en 1907. Sin embargo, el mayor éxito del catalanismo, fue la creación de la Mancomunitat de Catalunya.

Otro movimiento regionalista, que alcanzó el éxito electoral, fue el vasquismo, representado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) de Sabino Arana, tras la muerte del mismo, el partido incorporó a su ideología un liberalismo conservador, autonomista y antiseparatista.                                                                                                                                                                   



El republicanismo

El movimiento republicano constituyó la oposición parlamentaria antimonárquica más importante. Proponía un reformismo político y social que contemplara la secularización, la ampliación de las bases sociales del régimen. Tenía su base social en las capas medias urbanas.

El republicanismo histórico liderado por Nicolás Salmerón, que integró diversas corrientes en la Unión Republicana. El republicanismo de nuevo cuño estuvo dividido entre el reformismo y el radicalismo, que tuvo como máximos exponentes a Alejandro Lerroux y su Partido Republicano Radical, el cual, durante algún tiempo, logró concentrar el voto republicano descontento con el régimen.

El movimiento obrero

https://www.youtube.com/watch?v=3pFMvfE9WgoEste movimiento no tuvo la suficiente capacidad para imponer cambios sociales y políticos profundos, además, la división ideológica del siglo XIX entre el socialismo y el anarquismo se mantuvo también a lo largo del siglo XX.

El socialismo, dio vida al PSOE como partido de masas. Sin embargo, el PSOE apenas tuvo representación parlamentaria. Pablo Iglesias, el primer diputado de la historia del PSOE, fue también el único representante socialista en las cortes entre 1910 y 1920.

Desde su posición lucho para conseguir reformas sociolaborales y rechazó la vía insurrecional. Su rama sindical, la Unión General de Trajabadores (UGT), tuvo una gran implantación e influencia entre las masas trabajadoras, sobretodo en Asturias, Madrid, y el País Vasco.

El anarquismo fue estrechando sus lazos con el sindicalismo la creación del gran sindicato anarquista: la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

La CNT perseguía la transformación revolucionaria de la sociedad y protagonizó la mayor conflictividad del período, pues impulsó numerosas huelgas en defensa de las mejoras salariales y la reducción de la jornada laboral. Su mayor arraigo se produjo en Andalucía, Cataluña y Valencia.















viernes, 17 de enero de 2020

De la semana trágica a la crisis de 1917


En 1909 se produjo la primera gran crisis violenta del reinado de Alfonso XIII a raiz de la insurrección popular de la Semana Trágica.

 

El conflicto colonial marroquí y la Semana Trágica


https://www.youtube.com/watch?v=dEpLWg2tvHkTras la derrota del 98, España reorientó su acción colonial hacia el norte de África y se concentró en Marruecos, lo que llevó a la división de Marruecos en dos zonas, esta división fue establecida en la Conferencia de Algeciras (1906), una zona quedó bajo el control de España y la otra bajo el control de Francia.

La franja norte de Marruecos adjudicada a España incluía la región del Rif, un territorio montañoso habitado por cabilas o tribus de bereberes, la explotación minera de esta misma región era un incentivo para la ocupación colonial, que se sumaba al deseo de una parte del éjercito (los llamados <<africanistas>>) de recuperar un cierto prestigio militar.

Entre julio y diciembre de 1909 se desarrolló en este territorio la llamada guerra de Melilla, a raíz de los ataques rifeños a la construcción de una línea de ferrocarril. El principal enfrentamiento militar se produjo en el Barranco del Lobo, donde el ejército español encajó una severa derrota.

La impopularidad que trajo la guerra marroquí se canalizó en la insurrección popular de la Semana Trágica, con forma de revuelta social  confluyeron 3 elementos de protesta: el antimilitarismo, el anticlericalismo y la lucha socioeconómica.

El gobierno mandó tropas desde Valencia, que sofocaron violentamente una revuelta, todos estos hechos tuvieron como consecuéncia la represión del obrerismo, la ejecución del pedagogo anarquista Francesc Ferrer y una oleada de protestas internacionales que desprestigiaron aún más al Gobierno y a la monarquía.



El reformismo de Canalejas

https://www.youtube.com/watch?v=VI51BoDON9I&t=15s
 La crisis provocó la destitución de Maura, que fue sustituido por el liberal José Canalejas.

Las reformas se centraron en la cuestión religiosa y en el proyecto de las mancomunidades provinciales. En 1910, se aprobó la ley de asociaciones religiosas, conocidas como <<ley del candado>>, que limitó la creación de nuevas órdenes para frenar la influencia de la Iglesia. El proyecto de mancomunidades provinciales no fue aprobado hasta 1913.

Canalejas también democratizó el servicio militar, pues eliminó las redenciones en metálico. Además puso fin al monopolio de las órdenes religiosas en el terreno de la enseñanza; abolió el impuesto de consumos, y promovió diversas reformas sociales.

En 1912, Canalejas fue víctima de un atentado anarquista, a partir del cual comenzaron disputas entre los partidos dinásticos, que abandonaron las propuestas regeneracionistas y empezaron a cuestionar el turno pacífico.




El impacto de la gran guerra

Durante todo el conflicto España adoptó una posición oficial de neutralidad.

La neutralidad favoreció cierto auge económico, puesto que las necesidades de los contendientes europeos provocaron una gran demanda de productos agrarios e industriales. El aumento de las exportaciones favoreció rápidamente a los empresarios.

La situación no fue tan favorable para las clases populares, padecieron el alza de precios y la carencia de algunos productos generó una fuerte conflictividad social.






jueves, 16 de enero de 2020

La descomposición del sistema liberal



La inestabilidad gubernamental


Después de la dimisión del Gobierno de Eduardo Dato, el rey recurrió a la creacion de Gobiernos de concentración, formados por liberales, conservadores y catalanistas.

Estos gobiernos llevaron a cabo reformas pero ante el fracaso de estos mismos, se volvió al turno.

El hecho de que se sucedieran 13 Gobiernos entre 1918 y 1923 constata el fracaso político de este período.


La conflictividad social

Al finalizar la Primera Guerra Mundial se intensificó la crisis económica provocando un aumento en el paro y bajas salariales generalizadas. Esta situación causó un aumento de la conflictividad social.

https://www.youtube.com/watch?v=fIh2Dm6mVogLos sindicatos desempeñaron un papel crucial en la canalización de las demandas de mejora de los obreros.
Por su parte la CNT, desarrolló la acción sindical en los centros urbanos industriales y en el campo, donde las malas condiciones de vida de los jornaleros provocaron el llamado trienio bolchevique.


Barcelona fue el principal foco de violencia social a causa de la gran fuerza de la CNT y de la intransigencia de la patronal. Allí fue notable la incidencia del pistolerismo, también se produjo una huelga general en la empresa de la electricidad que paralizó totalmente Barcelona.


El problema de Marruecos 


La ocupación militar del Protectorado español de Marruecos estaba resultando una operación difícil y costosa.

En 1920 se inició una sublevación de una de las cabilas rifeñas, una tribu bereber liderada por Abd-el-Krim. La campaña militar acabó con una estrepitosa derrota española en Annual, donde murieron más de ocho mil soldados.

Imagen de Garcia Prieto
La derrota en Marruecos creó un clima de malestar en la opinión pública española. Se acentuaron el descontento hacia el sistema y las críticas de republicanos y socialistas contra los militares, los políticos dinasticos y el rey. Asimismo, se intensificó el enfrentamiento entre el poder civil y militar, a partir de una investigación militar previa.

El último intento de salvar el sistema constitucional fue la creación de un Gobierno de concentración liberal presidido por García Prieto, basado en un ambicioso proyecto de reformas que en la teoría sería capaz de resolver el conflicto.




Sin embargo, el ejército, convencido de que el poder político era incapaz de solucionar la crisis que estaba sacudiendo al país, puso fin al sistema de la Restauración mediante un golpe de Estado militar.

miércoles, 8 de enero de 2020

La dictadura de Primo de Rivera

El golpe de Estado


Imagen de Miguel Primo de Rivera
El general Primo de Rivera adujo numerosos motivos para justificar la necesidad de ese acto ilegal, como la violencia social, la radicalización del catalanismo, el descrédito del sistema parlamentario y la inexistencia de una oposición política eficaz.

El golpe fue aprobada por el rey Alfonso XIII y contó con el apoyo de los sectores conservadores sociales, de esa manera el ejercito instauró una dictadura militar.




                                                                                                                       

El Directorio militar


En una primera etapa Rivera asumió todos los poderes al frente de un Directorio militar que dejó suspenso la constitución, disolvió las Cortes, prohibió los partidos políticos e introdujo la censura de la prensa, además de disolver las diputaciones.

Imagen de Abd-el-Krim
Para restablecer el orden social, se abolieron las libertades y se intensificaron las acciones represivas contra los sectores más radicales del movimiento obrero. Se organizó una milicia especial de defensa, basada en el sometent catalán. Además se aplicó una dura política contra los nacionalismos periféricos, que fue especialmente anticatalanista y se suprimió la Mancomunitat de Cataluña y se prohibió el uso público del catalán.

Mientras tanto el problema marroquí se resolvió favorablemente gracias a una ofensiva militar conjunta entre tropas españolas y francesas. El éxito del desembarco en la bahía de Alhucemas condujo a la rendición del lider rebelde Abd-el-Krim.                                                                                                                                                                                                                
                               




El directorio civil 


Se constituyó en 1925 como un consejo dirigido por Primo de Rivera e integrado exclusivamente por militares y por miembros del único partido legal, la Unión Patriótica. Emprendió una política social y económica intervencionista, que logró un aparente éxito, en parte respaldado por la positiva coyuntura económica internacional, que favoreció el mantenimiento del régimen dictatorial hasta 1930.



La oposición a la caída del dictador


Dada la ilegalización de los partidos políticos muchos intelectuales se exiliaron o fueron desterrados, esto junto a otra serie de eventos provocó que la oposición a la dictadura fuera creciendo progresivamente hasta alcanzar todos los sectores políticos.

A partir de 1928, se intensificarón las críticas a la dictadura a causa de la crisis económica. En este clima de malestar y creciente oposición al régimen, el rey Alfonso XIII quiso evitar que la opinión pública nacional e internacional identificara a la monarquía con la dictadura, por esta razón retiró su apoyo a Primo de Rivera, lo que llevó a la dimisión del dictador el 28 de enero de 1930.



La caída de la monarquía

Tras la dimisión del dictador, el rey quiso retornar al sistema del turno. Alfonso XIII encargó el gobierno al general Dámaso Berenguer, un Gobierno que iba a pasar la historia como la dictablanda.

Imagen de Damaso Berenguer
A mediados de febrero de 1931, el rey sustituyó al políticamente aislado Berenguer por el almirante Juan Bautista Aznar con el cargo de convocar elecciones a Cortes Constituyentes. El plan de retorno a la democracia contemplaba que, antes de estos comicios, se realizaran elecciones municipales el 12 de abril. En estas se produjo la victoria de las candidaturas republicanas en las ciudades, lo que fue acogido con euforia por la población, mientras el monarca decidía abandonar el país.